V. Silván
Hace quince años, el pueblo de Ocero inauguraba un monolito en recuerdo de dos guerrilleros que perdieron la vida en sus montes el 24 de febrero de 1949 y uno de los nombres que quedó grabado sobre él fue el de Eduviges Orozco Palacín, un maquis extremeño curiosamente apodado ‘el Andaluz’ y que murió en la piel del legendario Manuel Girón, con quien le confundieron –un error que quedó registrado en su acta de defunción y que tardó meses en ser aclarado–.