V. Silván / Agencia Ical
En el alto de Corullón, en el paraje de El Ferro, hay un viñedo de apenas media hectárea en el que sus cepas compiten día a día entre sí para hacer un hueco a sus raíces sobre el escaso suelo que cubre una roca de pizarra, y sus uvas maduran lentamente y en condiciones extremas, coloreadas solo con los rayos del sol de la mañana. Es el viñedo más especial de la bodega Descendientes de J. Palacios y cuyas uvas sirven para elaborar su vino más diferente, La Faraona, del que de esta añada saldrán poco más de mil botellas.