El futuro de los pueblos está en manos de las mujeres

Unas 44.500 féminas viven en el medio rural en el Bierzo y serán la clave para su supervivencia, con una «revolución silenciosa» que en los últimos años les ha hecho ganar visibilidad y peso económico.
V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

«La mujer es la clave para la supervivencia del medio rural», afirman diferentes estudios, que aseguran que es el «cimiento básico» de la estructura social mínima que requieren ciertas formas de vida y producción en los pueblos, indispensables para fijar de población y garantizar su futuro.

En la actualidad unas 44.500 mujeres viven en los pueblos del Bierzo, una comarca inminentemente rural que sigue perdiendo población año tras año. En este difícil contexto, la imagen de las mujeres rurales también ha experimentado una evolución. Durante décadas fueron totalmente «invisibles», dedicadas al trabajo en la agricultura y la ganadería, así como al cuidado de los hijos y los mayores, pero un trabajo nunca reconocido y nunca remunerado.

Su papel siempre fue secundario, a pesar de ser una figura central en el sostenimiento de la familia y de la economía rural, además de ser depositaria de una tradición y de un ‘saber hacer’ arraigado generación tras generación en los pueblos. Eso está cambiando, aunque queda mucho por hacer, y la mujer empieza a hacer frente a los distintos obstáculos que le han obligado a abandonar el medio rural en busca de su liberación y su independencia.

Unos obstáculos que pasan, principalmente, por las limitaciones laborales y las dificultades para emprender. Un papel que es reconocido cada 15 de octubre, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural. Y es que han ido ganando visibilidad y peso en las economías rurales del Bierzo. Cada vez son más las mujeres que emprenden en el medio rural, representando en torno al 54 por ciento en los municipios con menos de 5.000 habitantes -frente al 30 por ciento en el ámbito urbano-, y cada día es más frecuente ver nombres femeninos al frente de explotaciones agrarias y ganaderas como titulares.

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El reportaje El futuro de los pueblos está en manos de mujeres en El Día de León. Publicado el 9 de octubre de 2016.

«Más o menos el 30 por ciento de las explotaciones agrarias están dirigidas por mujeres, un porcentaje que se eleva en el caso de Galicia», señalan desde Amfar, que destacan que el reconocimiento de la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, de la que se cumplen cinco años, también ha contribuido a dar visibilidad a un trabajo que hasta entonces sólo era considerado como «apoyo familiar».

Tres mujeres, una comarca

El próximo 15 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, que reconoce la gran contribución que realizan estas mujeres al mantenimiento y desarrollo de los pueblos. Un reconocimiento a mujeres como Charo, Adela y Orquídea, que desde San Esteban del Toral (Bembibre), Santa Marina (Torre del Bierzo) y Otero de Naraguantes (Fabero) son ejemplo de muchas de las mujeres que habitan el medio rural de la comarca.

Con sus distintas experiencias vitales, las tres coinciden en reivindicar el papel de las mujeres en los pueblos y los pasos dados para ganar visibilidad. Adela, con sus 72 años, defiende al trabajo silencioso realizado por las mujeres de su generación. «Trabajábamos mucho, aunque no recibiéramos un salario por ello» afirma, destacando también a aquellas que después de hacer su jornada en la mina «iban a arar las huertas y atendían la casa y los hijos».

Una vivencia diferente a la de Charo u Orquídea, que han emprendido en el pueblo, una con sus casas rurales y su tienda ambulante y otra con su explotación ganadera. Charo destaca la «cooperación» que existe en los pueblos y en su «colmao» apuesta también por los pequeños productores de la zona. «Llevo judías rojas y ajo puerros de un agricultor de Bembibre, las lechugas de uno de Castropodame y los higos son de mi huerta», recalca.

Ambas destacan que vivir en el pueblo es un opción y que tiene muchas posibilidades. «Me encanta estar en el pueblo y disfrutar de los animales» asegura Orquídea, que reconoce que la mujer rural cada vez se incorpora más a actividades que contribuyen a la economía de los pueblos. «Antes jugaba un papel secundario, ahora puede llevar el peso del núcleo familiar», apostilla esta ganadera que desde 2005 tiene sus vacas en Otero de Naraguantes.

La presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar), Lola Merino, habla de una «revolución silenciosa» de las mujeres rurales. «Mujeres que a día de hoy lideran negocios, dirigen explotaciones agrarias y además son el pilar sobre el que se sostiene la familia», destaca Merino, que considera que son «valientes, apegadas al terruño y fuertes como la tierra que pisan». «Capaces de trabajar más de ocho horas diarias, dirigen hogares, cuidan mayores, hijos, nietos, enfermos y personas dependientes», ensalza.

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Charo Carpallo, con ‘El Colmao’, la tienda ambulante con la que recorre los pueblos del Bierzo Alto. / C. Sánchez

«Las mujeres están tomando el mando en la economía rural»Charo Carpallo

Con dos casas rurales en San Esteban del Toral, pueblo en el que vive, y Colinas del Campo, hace tres años Charo decidió convertir su furgoneta en una tienda ambulante, ‘El Colmao de Charín’, con el que recorre pueblos de Torre del Bierzo, Folgoso de la Ribera, Bembibre y Castropodame. Unas actividades que hoy en día son el sostén de la familia, después de que su marido, trabajador de Roel Hispánica, se viera afectado por el cierre de las explotaciones mineras y se quedara sin prestación tras sucesivos ERE.

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Adela Silván, en su huerta en Santa Marina de Torre. / C. Sánchez

«Hemos trabajado toda la vida, ahora se reconoce»Adela Silván

«Ahora se reconoce que las mujeres trabajan, pero las mujeres en los pueblos hemos trabajado toda la vida», afirma Adela, que con sus 72 años todavía cultiva sus huertas. Con sólo seis años ya iba con las vacas y con 16 se casó y formó su familia. Desde entonces, como tantas mujeres de su edad, su día a día estuvo entre las huertas y los animales -cerdos, conejos y gallinas-, entre la casa y cantina que atendió durante casi 25 años, entre criar a los hijos y cuidar de los abuelos. Una vida de trabajo no remunerado, al que ahora se quiere dar visibilidad y reconocimiento.

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Orquídea Zorrilla es titular de una explotación ganadera en Otero de Naraguantes. / C. Sánchez

«Tengo mis estudios, pero quiero esta vida en el pueblo»Orquídea Zorrilla

Orquídea llegó a España hace 35 años desde Brasil y no había imaginado su vida en un pueblo. Junto a su marido decidió dejar la ciudad e irse a vivir a Otero de Naraguantes (Fabero), donde es titular de una explotación ganadera desde 2005. «Mi día a día es la ganadería, las vacas y cebar a los terneros», asegura Orquídea, que explica que ella tiene su formación en Graduado Social y tres años de Derecho pero «quiero esta vida en el pueblo». «Es calidad de vida, me gusta la tranquilidad y me aporta mucha felicidad tener a mis vacas y a mis perros», añade.

1 Comment

  1. Jose Luis 6 agosto, 2018 at 9:28 pm

    Como se llama la guapa mujer de la camioneta de las frutas?

    Porque no crean un mapa de Espana donde puedas hacer un efecto de «zoom» algo asi como el «google maps» donde al hacer click en el nombre del pueblo te despliegue fotos del lugar, resumen de su historia, actividades, etc. hay tanto que se puede contar de los pequenos pueblos.

    He conocido muchos pueblos gracias al programa Me Vuelvo al Pueblo y con tristeza me doy cuenta todo lo que hemos perdido en Mexico por la inseguridad, es una delicia ver a la gente de estos pueblos con que tranquilidad viven y disfrutan de la vida.

    Gracias por su articulo y VIVA ESPANA!!!!

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