Érase una vez en un rincón del Bierzo

Al fondo de un valle llamado a guardar silencio y que, en otros tiempos, fue refugio eremitas se levanta Peñalba, un lugar para pensar y, ahora, también ‘uno de los más bonitos de España’
V. Silván / elbierzonoticias.com
Fotos: Quinito

Érase una vez en un rincón del Bierzo, un pequeño pueblo de calles empedradas y encantadas casas hechas de pizarra, piedra y madera, con floridos corredores con vistas a las montañas. En su centro sorprendía una bella iglesia milenaria, que se levantaba hacia el cielo, con unos curiosos arcos con forma de herradura marcando su entrada y dedicada a Santiago. Dicen que en sus alrededores se oculta una cueva, donde siglos atrás se retiraba a orar un monje eremita llamado San Genadio, al que el rey leonés Ramiro II agradeció la ayuda prestada para ganar una importante batalla en Simancas (Valladolid), allá por el 939, con la entrega de una valiosa pieza de orfebrería, una cruz griega de latón y chatones de pedrería, que con el paso de los años se convertiría en el símbolo de toda una comarca.

Ese pequeño pueblo de cuento es Peñalba de Santiago, que acaba de ser reconocido como “uno de los pueblos más bonitos de España”, un galardón que recogió esta semana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).  Y es que aunque ahora haya llegado este “título”, hace ya muchos años que los lugareños y todos los que alguna vez han puesto un pie sabían ya de su gran belleza, como un lugar perdido en el tiempo y al fondo de un valle llamado a guardar silencio y que, en otros tiempos fue refugio de monjes y ascetas. Un rincón para pensar, para pasear por sus estrechas y serpenteantes callejuelas y para dejar llevar la vista a un horizonte montañoso, antes de adentrarse en sus senderos hacia la mística cueva de San Genadio.

Y es que ya lo decía San Valerio, “es un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos. Cierto es que está vallado poe montes gigantescos , pero no por ello es lóbrego y sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de verdor primaveral”. Así es este pueblo, heredero del lugar elegido por el monje Genadio, según recoge su testamento, para construir en el año 920 “el tercer monasterio en memoria a Santiago que se llamó Peñalba”. Por él pasaron hasta dieciséis abades que atrajeron hasta esta iglesia privilegios de reyes y nobles de la Corte, hasta que en 1149, el rey Alfonso IX toma para sí el monasterio y sus propiedades. “Es entonces cuando desaparece y el espacio fue ocupado por las edificaciones que hoy conocemos”, explican los historiadores.

“Estamos muy contentos de que Peñalba haya sido uno de los elegidos porque hemos tenido que cumplir una serie de requisitos que demuestran que es un destino de calidad para los visitantes”, asegura la pedánea, Susana Rodríguez, que asistió el miércoles a la entrega del diploma de “pueblo más bonito de España” en Madrid, acompañando a la alcadesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo. Y es que esta pequeña aldea, a la que se lleva por una carretera estrecha y sinuosa, con decenas de “apartaderos” -porque hay puntos en los que no pasan dos coches- y donde puede ser recomendable hasta avisar con el cláxon en algunas curvas, es uno de los principales atractivos turísticos de la comarca del Bierzo, que cada año recibe la visita de miles de visitantes, especialmente en los meses de verano.

«Es un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos»San Valerio

Un pueblo de postal, con las montañas al fondo y en cuya silueta sobresale la iglesia de Santiago, levantada en el siglo X y uno de los principales ejemplos del escaso arte mozárabe español. Una auténtica joya, víctima durante años del abandono y la humedad, a la que ahora atienden con mimo desde la Junta de Castilla y León, que ha impulsado a través Patrimonio el proyecto ‘Genadii’, en colaboración con la Fundación Hospital de la Reina y que ya ha supuesto una primera intervención para restaurar el tejado y solventar buena parte del problema de humedades que afectaban al templo y a sus pinturas interiores.

Peñalba de Santiago fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008 como conjunto etnológico, que pone en valor su arquitectura tradicional berciana con la casa “más común” de corredor o solana, con escalera exterior, en cuya planta superior estaba la vivienda y las cuadras en la planta baja. Incluso en una de las calles, los corredores se unen unos con otros hasta formar gran solana.

Así, “uno de los pueblos más bonitos de España” se presenta como uno de los principales referentes para conseguir la declaración de Patrimonio de la Humanidad para el conjunto de la Tebaida berciana, en la comparación del Bierzo con la Tebaida egipcia porque, como escribe P. Flórez, “ninguno mejor puede competir con la Tabayda y los Santos Desiertos de Palestina. La multitud de santuarios, la santidad de ermitorios, los muchos anacoretas, los monges que sobresalieron en victorias del mundo, sólo podrá contarlos el que sabe las estrellas del cielo.

Mejorar las comunicaciones

Por otro lado, se prevé que este reconocimiento como “pueblo más bonito” multiplique el número de visitantes -alguno de los núcleos que han obtenido este galardón han aumentado la afluencia turística hasta en un 500%- y por eso la pedánea espera que ese diploma se traduzca también en mejoras, especialmente en la comunicaciones “Que desde el Ayuntamiento de Ponferrada, junto a la Diputación y la Junta, den más apoyo para mejorar las comunicaciones como telefonía móvil o internet, que deja de funcionar en condiciones cuando hay mucha gente”, apostilla.

Y otro de las preocupaciones de la pedánea para ese “crecimiento turístico” es la carretera actual de acceso a Peñalba, muy sinuosa y estrecha, que dificulta mucho la circulación de los autobuses. “La carretera esta bien de asfalto, pero sigue siendo estrecha y no pueden pasar los autobuses grandes”, explica Rodríguez, que pide que se retome el proyecto para asfaltar la pista que existe desde San Cristóbal de Valdueza y que ya utilizan algunos turismos. “Esa pista no está asfaltada ni acondicionada, sabemos que tiene un coste bastante alto, pero habrá que estudiarlo”, puntualiza.

Un pueblo con mucha historia que no quiere quedarse atrás y pronto contará con su propia página web, según avanzó su pedánea, que adelantó también colaborarán con el Ayuntamiento de Ponferrada para abrir una serie de sendas para explotar también el turismo de naturaleza. “Queremos que la gente que suba a Peñalba no sólo visite la iglesia mozárabe, que se quede unos días, haga senderismo y se desplace desde aquí a otros pueblos cercanos de interés”, añade Rodríguez.

La cruz de Peñalba

Unos atractivos que los vecinos están dispuestos a aprovechar para dar vida al pueblo, como llevan haciendo ya desde hace cinco años con la recreación de la entrega de la Cruz de Peñalba, un capítulo histórico por el que esta valiosa pieza de orfebrería con forma de cruz griega y realizada en latón -ahora símbolo del Bierzo y que se exhibe en el Museo de León- llegó por primera vez a este recóndito rincón del Bierzo, refugio de reflexiones de monjes y eremitas, de las manos rey leonés Ramiro II y como regalo a San Genadio por la ayuda prestada en la batalla de Simancas

Los vecinos de este recóndito y bello rincón de la Tebaida berciana, sin experiencia, da vida a los personajes de ese importante episodio de su historia para poner en valor su “rico y relevante” pasado, según explicó el secretario de la asociación vecinal ‘Valle del Silencio’, José Manuel Neira, cuando pusieron en marcha esta iniciativa. “Todo el mundo conoce la existencia de la iglesia mozárabe, pero la figura de San Genadio tal vez queda un poco más olvidada”, apuntó Neira, que recordó que San Genadio fue un consejero real, obispo de Astorga y una persona decisiva en la fundación de los monasterios que marcan el carácter de esta zona del Bierzo.

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