La primera mezquita se resiste al éxodo

La comunidad pakistaní de Bembibre está considerada la más antigua de España, con la llegada de los primeros inmigrantes en 1975 • Hoy en día apenas quedan una veintena, el resto han regresado a Pakistán o emigrado a otros países europeos.

V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

Son las siete y media de la tarde de un viernes cualquiera, en el bajo del número 21 de la calle Juan XXIII de Bembibre un cartel identifica que tras esa modesta puerta se esconde una mezquita, la primera abierta de la provincia de León y fundada por la que es considerada la comunidad pakistaní más antigua de España (los primeros inmigrantes llegaron de Puran a trabajar en las minas de carbón hace más de 40 años, en 1975).

Al cruzar esa puerta, seis pares de zapatos en el suelo y el murmullo de una oración indican que ha comenzado la isha, el rezo de la noche y que se realiza al menos una hora y media después de la puesta de sol. Cuatro marroquíes y un paquistaní siguen a Mohamed Amenchar, quien les guía en la oración situado frente a la hornacina, alquibla, que indica la dirección de La Meca. Recitan versículos del Corán, que se acompañan de una serie de inclinaciones sobre un suelo alfombrado azul.

Unas horas antes la comunidad pakistaní de Bembibre se reunía en ese mismo lugar para compartir el momento más importante de la semana, la llamada oración del viernes. «En el rezo del mediodía estábamos unos 15, hay gente que no puede venir porque están trabajando», explica Qasim Alí, que añade que cuando tienen tiempo acuden a la mezquita a rezar y que también se juntan en ese lugar los viernes o en cualquier otra celebración, como puede ser la fiesta del cordero o el Ramadán.

El llegó en 2004 a trabajar como soldador, aunque un miembro de su familia fue de los primeros que llegaron a trabajar a Bembibre. «Mi familia llegó pronto a trabajar en las minas, ahora ya está jubilado y pasa el verano aquí, pero en invierno se va a Pakistán. Siempre cuenta buenas historias de lo que ha sido su vida en España y de lo bueno que le ha dado este país», añade.

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Un grupo de pakistaníes, durante su oración en la mezquita de Bembibre. / C. Sánchez
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Mohamed Amenchar les guía en la oración, situado frente a la hornacina, alquibla, que indica la dirección de La Meca. / C. Sánchez

Precisamente, el cierre de las minas y la crisis en general que ha vivido España en los últimos años ha hecho que muchos de estos inmigrantes -la mayoría tienen la doble nacionalidad- regresen a Pakistán o se busquen la vida en otros países europeos. «La mayoría, de los que eran pensionistas, han regresado con su familia y sushijos a Pakistán, mientras que los que se han quedado sin trabajo, algunos han vuelto a nuestro país y otros han ido a buscarse la vida a otros países, Dinamarca e Inglaterra, principalmente», cuenta Qasim Fazal, que lleva 20 años en Bembibre, a donde llegó con apenas seis años para reunirse con su padre, que fue uno de los primeros pakistaníes en establecerse en este pueblo berciano.

«Mi familia está aquí toda, excepto mi hermano que está ahora estudiando en la universidad en Manchester», cuenta Qasim. Así, recuerda que su padre estuvo varios años trabajando aquí antes de poder volver a reunir a la familia. «Él estaba aquí y nosotros en Pakistán, primero vino mi hermano mayor y después ya vinimos todos», apostilla el joven.

Siguiendo a Raja Javed

Más de 9.000 kilómetros separan Bembibre de Puran y Jhelum, las dos localidades de las que proceden la mayoría de los pakistaníes asentados en el Bierzo. ¿Cómo acabaron en este rincón de España? Cuentan que en los años 70, un grupo de pakistaníes salió de Puran a probar suerte y se dirigieron a Europa a buscar un nuevo futuro. «Entre ellos estaba mi padre», puntualiza orgulloso Qasim. Primero estuvieron en Grecia, donde vivieron un tiempo, para después seguir hacia Italia.

«Raja Javed, fue el primero en llegar. Él salió solo hacia España, mientras el resto quedó en Italia. Estando en Sonseca (Toledo) oyó hablar del Bierzo y de que había trabajo en sus minas de carbón. Se informó, primero llegó a Astorga y de ahí directo a Bembibre », cuenta Qasim, que añade que una vez que encontró trabajo en la minería empezó a llamar a sus amigos,  compañeros y vecinos de Puran para que viniesen a este lugar, que era pequeño y acogedor y en el que había trabajo para todos en los numerosos pozos que entonces existían en la comarca.

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El reportaje La primera mezquita se resiste al éxodo. Publicado en El Día de León en 11 de diciembre de 2016.

Mohamed Amenchar les guía en la oración, situado frente a la hornacina, alquibla, que indica la dirección de La Meca. / C. SánchezAsí nació en 1975 la comunidad pakistaní de Bembibre, la que es considerada como la más antigua de España -también se establecieron otros grupos familiares en otros pueblos como Fabero o San Miguel de las Dueñas-. Los paquistaníes de Bembibre llegaron a contar con dos asociaciones culturales, Todo Hermano Unido (THU) y Pueblo Puran, y que llegaron a tener una mezquita cada una. La diferencia entre ambas estaba en el pueblo de procedencia, Jhelum o Puran, respectivamente, que pertenecen a la misma provinciad entro de Pakistán, el Punjab.

Cientos de pakistaníes de Puran y Jhelum vinieron a trabajar en las minas

Al principio, rezaban en casa hasta que desde el Ayuntamiento cedieron a Pueblo Puran un primer local que podían utilizar como mezquita. Se les quedó pequeña y algunos de sus miembros decidieron comprar el bajo de la calle Juan XXIII, en el barrio de La Estación, para establecer un nuevo lugar de oración y convertirse desde hace tiempo en la única mezquita que queda en Bembibre –durante un tiempo Todo Pueblo Unido siguió utilizando el primer local-.

Lazos con el carbón

Así, uno de esos primeros socios de Pueblo Puran es considerado el «patriarca» de los paquistaníes bercianos. Conocido como Tío o José, Muhcammad Ashraf Malik, llegó a España en 1977 y trabajó durante 30 años en las minas de carbón. Esta asociación pakistaní llegó a tener un equipo de voleibol que incluso participó en competiciones nacionales.

Pero el declive de la minería lo cambió todo. De los más de 300 pakistaníes que llegaron a vivir en la villa del Boeza, principalmente en La Estación y en la Villavieja, apenas quedaba un centenar hace cinco años, en 2011, y hoy en día apenas son una veintena. Aún así, la mezquita sigue con sus puertas abiertas a la oración de todos los musulmanes y sobre sus alfombras rezan también marroquíes y africanos. La primera mezquita pakistaní también se resiste al éxodo de sus fundadores.


«Siempre hemos sido bien acogidos»

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Qasim Fazal llegó con apenas seis años a Bembibre para reunirse con su padre. / C. Sánchez

Qasim Fazal es un joven de 26 años, pakistaní y berciano. No lo duda. Llegó con apenas seis años a Bembibre, donde ya estaba trabajando desde hacía algunos años su padre, Fazal Hussain, en las minas de carbón. «Siempre hemos sido bien acogidos», asegura Qasim, que explica que la mayoría de sus amigos son de aquí. «Yo me junto con los amigos con los que he estudiado y la gente del barrio también es muy buena. Nunca me he sentido incómodo», añade. Y es que cree que ese «choque» que se supone entre culturas «en Bembibre no lo hubo ni lo hay». «La suerte que hemos tenido es que la gente de Pueblo Puran es muy abierta, a diferencia de otras zonas de Pakistán», apostilla Qasim, que defiende que al principio el idioma es una barrera que puede hacer que te cierres más en el grupo.

Así, entiende que el trabajo compartido en las minas ayudó a esa integración y a tener que hablar español y entenderse. Con todo eso, Bembibre se ha convertido en un ejemplo de esa integración de diferentes comunidades y el establecimiento de la comunidad pakistaní, siendo pacífica y trabajadora, se realizó sin mayores problemas y hasta el punto de que, en las Elecciones Municipales de 2011, el pakistaní Rafique Mohammad Oureshi figuraba como uno más en las listas del Partido Regionalista del Bierzo (PRB).

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