V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

El cineasta de origen berciano Jorge Acebo da el salto al largometraje con Occidente. Un  película que cuenta una historia sobre un regreso y una huida, sobre la esclavitud de las sociedades avanzadas y la rutina, sobre el olvido del pasado y la inevitable búsqueda de la verdad y la libertad. Una película cuyo rodaje se ha desarrollado entre el cinturón industrial del complejo petroquímico de Tarragona y las cuencas mineras de la comarca del Bierzo.

Y es que Acebo ha mirado a su tierra para enmarcar la historia que quiere contar y encontrar esos lugares que muestren el mundo que hay más allá de Occidente, más allá de la deshumanizada ciudad industrial de la que huyen sus protagonistas. «Estoy afincado en Tarragona y también soy de aquí, del Bierzo. Me gusta rodar en espacios que, de alguna manera, conoces», cuenta el director del film, que confiesa que no se atreve a rodar en un lugar alejado que no ha visto nunca.

«Cuando escribo una historia, necesito tener ya los espacios en mente», añade Acebo, que explica que por ese motivo se fijó en el gran complejo industrial que rodea Tarragona y el Bierzo, tanto esas explotaciones mineras abandonadas como sus montañas y sus ríos. La representación de ese «otro mundo exterior y desconocido» necesitaba de paisajes atravesados por una industria desaparecida o en vías de hacerlo y también de espacios con una naturaleza exuberante, hasta melancólica en ocasiones, que el cineasta ha encontrado en la comarca, con diferentes localizaciones en Fabero, Torre del Bierzo, Sobrado y Toral de los Vados.

Durante esta semana, los 18 miembros del equipo técnico y artístico de Occidente se trasladaron al Bierzo para realizar el rodaje de las escenas, con grabación en exteriores e interiores, en los antiguos pozos Julia y Viejo en Fabero, el pozo Malabá entre Torre del Bierzo y Brañuelas, una cantera en Requejo (Sobrado) y el paraje de las Bombas de Toral de los Vados. «La ayuda de estos ayuntamientos ha sido indispensable para hacer la película, que es de muy bajo presupuesto», agradece Jorge Acebo durante una parada en la grabación, entre plano y plano, en el set montado en una de las naves del pozo Viejo -frente al antiguo consultorio médico-.

Así, recalca que « hacer una película es muy caro realmente y sin esa ayuda y esa colaboración de los ayuntamientos y de la gente sería imposible», mientras recuerda también la campaña de crowdfunding con la que han recaudado más de 8.000 euros. «Hemos alcanzado el objetivo, aunque hubiera estado bien conseguir algo más, siempre necesitamos algo más la productora El dedo en el ojo y yo, que también soy productor de la película. Soy director, guionista y productor, no queda otra», bromea.

Libertad interior

Occidente es un proyecto cinematográfico que, describe el propio Acebo, «se intenta alejar un poco del cine más habitual» y aborda muchos temas diferentes, aunque tal vez el de la libertad interior sea el más importante. «Yo creo que el más importante es el de la libertad interior. Cuando lo digo así, hay mucha gente que se sorprende, pero planteamos que cada uno tiene que encontrar su lugar en el mundo para saber a dónde se dirige.

Eso es lo que plantea la película », explica el cineasta. Y en esa búsqueda de respuestas, los dos personaje protagonistas H (Francesc Garrido) y Gloria (Paula Bertolín) huyen más allá de esa ciudad industrial que encarcela sus vidas. «Entonces los personajes huyen de algo -que no lo voy a adelantar, apostilla por lo bajo- y llegan a un sitio en el que, como ves -señala al espacio decadente y ruinoso en el que están grabando-, no apetece nada estar, pero es el precio que tienen que pagar para intentar de alguna manera descubrir ellos mismos quienes son», apunta.

Además de la joven actriz Paula Bertolín y Francesc Garrido (Mar adentro, Tedoy mis ojos, Alatriste), forman parte también del reparto otros actores como Gonzálo Cunill (El Perfume, Airbag, Sonrisas de New Jersey) y Mario Gas, con una larga trayectoria profesional en el teatro y en el cine, además de ser la voz de Ben Kingsley, Geoffrey Rush y John Malkovich -en media docena de películas-.

A través de sus personajes contarán como H, un director de cine fugitivo en el exilio, regresa a la ciudad industrial de la que huyó en el pasado y donde podrá quedarse siempre que acepte las normas establecidas, que son que cualquier deseo carece de importancia y que cualquier recuerdo es innecesario.

Así, se reencuentra con Gloria, la mujer a la que amó, y con la que finalmente huirá a un lugar que nadie recuerda, el exterior de la civilización -las escenas rodadas en el Bierzo-. «Iniciarán esta fuga hacia delante sin posibilidad de retorno, donde el sacrificio de la propia vida es el final de aquellos que se mantienen fieles a sus ideales en un mundo que desprecia la libertad», recoge la sinopsis.

A final de año

Una historia «plenamente romántica en momentos difíciles» enmarcada en un espacio y tiempo inconcreto y que, con un planteamiento fílmico entre el cine negro y la road movie, intenta preguntarse «qué queda del hombre cuando el valor de la verdad en la que cree parece destinado a desaparecer ». Occidente busca una imagen «sucia», la que le proporcionan las localizaciones en espacios industriales reales y una fotografía sombría, buscando la luz natural del amanecer, el atardecer o la noche para conseguir esa «plástica» de la penumbra.

Asimismo, Jorge Acebo también presta especial atención al sonido, con la utilización del recurso de la voz en over (dicha desde otro lugar distinto de la situación que viven, formando parte de las reflexiones de los personajes) y sonido de ambiente industrial.

Tras el rodaje, varios meses de montaje, antes del estreno a finales de año. «Sería ideal poder estrenar en septiembre , cuando empieza la temporada de festivales». Apunta Acebo, que cree que Occidente es «una película que se puede defender bien en festivales». Así, reconoce la dificultad de estrenar en las salas de exhibición, «copadas por el cine norteamericano». «Es un problema que tiene el 90 por ciento del cine que se hace en España y en Europa», añade el director, al que le gustaría también hacer un pase en el Bierzo, en los lugares donde han grabado. «Lo intentaré», asegura.