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Integración grabado a grabado

El taller de estampación de Asprona Bierzo busca desde hace 23 años la autonomía de personas con discapacidad intelectual • Sus 17 participantes son los encargados de hacer cada año miles de postales navideñas y el galardón del Premio Solidaridad.
V. Silván / El Día de León
Fotos: César Sánchez

De las manos de Guillermo, Baldomero, Ángel, Sofía, José Luis Lobato, Alberto, Nuria Vega, Quique, José Luis Rodríguez, Héctor, Nuria Arias, Casandra, Ana Isabel, José Domínguez, Alejandro, Diego y Álvaro van saliendo una a una las miles de postales que servirán para felicitar la Navidad un año más. Y ya son 23. Leer más

Las hijas del carbón

Un documental ensalza el trabajo y el sacrificio que realizaron las mujeres en las minas del Bierzo a través de la historia de Celia López Rubial, que sacó adelante a una familia de cinco hijos lavando y descargando vagones de carbón.
V. Silván / El Día de León

Celia. Las hijas del carbón. Ese es el título del documental dirigido por Montse Blanco y con el que quiere rendir homenaje a todas esas «mujeres mineras» a través de la figura de su abuela, que fue una de ellas. Un trabajo audiovisual que nace en el contexto del colectivo de mujeres Circes de Barcelona y uno de sus talleres sobre género e inmigración para la transformación social. «El proyecto final de ese taller era presentar una grabación en la que nos sintiéramos implicadas y a mí se me abrió el cielo. Por fin iba a poder llevar a cabo una idea que venía rondándome por la cabeza desde hace algún tiempo», cuenta Montse, que tenía en mente a su abuela materna, Celia, «que se dejó la piel para mantener a su familia, trabajando en la cuenca minera del Bierzo». Leer más

La primera mezquita se resiste al éxodo

La comunidad pakistaní de Bembibre está considerada la más antigua de España, con la llegada de los primeros inmigrantes en 1975 • Hoy en día apenas quedan una veintena, el resto han regresado a Pakistán o emigrado a otros países europeos.

V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

Son las siete y media de la tarde de un viernes cualquiera, en el bajo del número 21 de la calle Juan XXIII de Bembibre un cartel identifica que tras esa modesta puerta se esconde una mezquita, la primera abierta de la provincia de León y fundada por la que es considerada la comunidad pakistaní más antigua de España (los primeros inmigrantes llegaron de Puran a trabajar en las minas de carbón hace más de 40 años, en 1975). Leer más

Siempre mineros

Los prejubilados mantienen sus lazos con el sector y celebran Santa Bárbara , mientras lamentan que este sea el «triste final» del carbón.
V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

Ya no bajan cada día a la mina, han colgado el casco y la lámpara, pero este día de Santa Bárbara, su patrona, sigue siendo especial para ellos. Son prejubilados de una generación de mineros que, si nada cambia, será la última. Siempre mineros. Así se sienten, mientras las explotaciones de carbón de la provincia se quedan sin actividad, adelantando el cierre previsto para el 2018. Leer más

Tras los pasos del último ajusticiado

Las cartas entre Ramón Carnicer y Luis Núñez ayudaron al escritor a reconstruir en su libro ‘Las Jaulas’ las horas finales del asesino de Langre, que fue el último ejecutado público por garrote vil en Villafranca del Bierzo.
V. Silván / El Día de León
Fotos: César Sánchez

Eran las ocho y veinte minutos del 28 de agosto de 1900, cuando exhaló su último aliento el asesino de Langre, Dictino Alonso, tras recibir garrote vil en la última ejecución pública realizada en España y que tuvo lugar en el Campo de la Gallina de Villafranca del Bierzo. Sus últimas horas, entre la realidad y la ficción,fueron reconstruidas por Ramón Carnicer en uno de los capítulos de su novela Las Jaulas. Leer más

El batallón de los mineros

El batallón ‘Guerra Pardo’, formado por mineros de Laciana y el Bierzo, logró una de las pocas victorias sobre los sublevados en las montañas entre León y Asturias.
V. Silván / El Día de León
Foto portada:  Nori Núñez

Los alrededores del Puerto de Somiedo, entre León y Asturias, aún muestran las cicatrices que dejó en sus montañas la Guerra Civil con decenas de trincheras excavadas en la roca, parapetos, pozos de tirador, puestos de observación y refugios. Son las huellas de uno de los episodios más destacados en los enfrentamientos entre sublevados y milicianos republicanos que marcaron el desarrollo de la contienda en el Frente Norte y del que se acaban de cumplir 80 años.

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Los ‘CSI’ de la memoria histórica

DE LA BALÍSTICA AL ADN. Sus investigadores buscan a cada víctima, recogen pruebas y analizan las evidencias para resolver los crímenes del franquismo
V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

En el laboratorio de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Ponferrada no suenan de fondo las canciones de The Who, ni en sus pasillos se cruzan los agentes Grissom, Catherine, Horatio o Calleigh, pero cuenta con su propio equipo de ‘CSI’ (Crime Scene Investigators). Sus investigadores, Marco González, René Pacheco, Nuria Maqueda y Alex Rodríguez junto a los voluntarios, como los personajes de la popular serie de televisión, bucean en cientos de registros y documentos, estudian la escena del crimen y recogen pruebas, analizan las evidencias y encajan las distintas piezas para encontrar e identificar a las víctimas del franquismo.

Su investigación sienta sus bases en un importante trabajo previo que tiene como principal protagonista al historiador Alex Rodríguez, que realiza un análisis profundo de archivos militares, actas de defunción, registros parroquiales, consejos de guerra y diferentes expedientes.

Cientos de papeles y testimonios que ayudan a la ARMH a seguirel rastro de los desaparecidos, con el último objetivo de volver a reunirlos con sus familias. Toda esa información sirve para reconstruir la historia de cada represaliado y cada escena del crimen para finalmente señalar en el mapa una posible localización de la víctima.

CSI ARMH
El reportaje Los ‘CSI’ de la memoria histórica en El Día de León. Publicado el 16 de octubre de 2016.

Superposición de mapas

Esa búsqueda está ahora respaldada con un nuevo sistema de superposición de mapas que ha empezado a utilizar la ARMH y que permite una localización más exacta y concreta de cada fosa. «Se utilizan fotos de vuelos aéreos del 46, del 56 y del 73 junto a mapas actuales. Con Google Maps, esas capturas se superponen tras haber señalado unas coordenadas y permiten trasladar de forma exacta un punto marcado en el plano de hace 70 años al plano actual», explica el vicepresidente de ARMH, Marco González.

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La superposición de mapas en la última técnica que ha incorporado la ARMH para localizar fosas de la Guerra Civil y el franquismo. se puede leer «P.S. 1935» (Pirotecnia de Sevilla. 1935).

La información que recopila su historiador en las actas de enterramiento o algunos testimonios permiten establecer algunas referencias espaciales que el arqueólogo René Pacheco lleva de los planos antiguos a los actuales. «Con el GPS podemos posicionarnos en el punto exacto donde estaría la fosa», precisa Pacheco, que pone como ejemplo su utilización en la reciente búsqueda de fosas en el antiguo cementerio de El Carmen en Ponferrada.

«Este sistema nos ha permitido saber como eran las dimensiones del cementerio civil, tomando las imágenes aéreas del 46 y marcando las coordenadas con sus límites y superponiendo después la imagen actual», cuenta el arqueólogo.

Así, está técnica también fue empleada para la localización del lugar de enterramiento del berciano Julio Bello en el cementerio de As Covas y otra fosa en el pueblo de Castroncelos, ambos en Lugo. «De esta manera también hemos podido señalar el lugar de enterramiento del guerrillero Manuel Girón en la entrada del cementerio civil de El Carmen», recalca.

Balística

Otro elemento que ayuda a la localización de las fosas es el análisis de balística. Según explica el vicepresidente de la ARMH, Marco González, el detector de metales permite encontrar casquillos y proyectiles y, triangulando su posición, determinar el lugar en el que la víctima o víctimas fueron asesinadas a campo abierto. «Cuando matan a una persona, no iban a tirar de los cuerpos, normalmente abrían una zanja en el mismo lugar o próxima», apostilla González.

CSI ARMH
Marco González muestra los proyectiles hallados en una fosa Cádiz. / C. Sánchez
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Detalle de una bala, donde se puede leer «P.S. 1935» (Pirotecnia de Sevilla. 1935). se puede leer «P.S. 1935» (Pirotecnia de Sevilla. 1935).

Precisamente, ahora mismo tienen en el laboratorio para su estudio una serie de casquillos y proyectiles de Mauser, de arma larga y corta, pertenecientes a una fosa de Cádiz y en cuyo culo se puede leer «P.S. 1935» (Pirotecnia de Sevilla. 1935). «Podemos también saber la fecha aproximada de las muertes con la fecha del armamento con la que los mataron», precisa González, que recuerda que la balística les ayudó también a localizar la fosa de El Pando (León), el pasado mes de julio.

«Estos son los que localizamos en El Pando, fue con un detector de metales, buscando dónde podía estar la fosa común», apunta, mientras hace coincidir uno de los proyectiles con su casquillo.

La escena del crimen

Una vez se inicia la búsqueda de la fosa y se haya algún cuerpo, el arqueólogo René Pacheco y su auxiliar Nuria Maqueda se encargarán de recoger cuidadosamente todas las pruebas y elementos presentes en la «escena del crimen». «Hay una serie de indicios que determinarán que nos llevemos un cuerpo o no», precisa Pacheco, que explica que se fijan en varios aspectos.

Primero, las víctimas del franquismo rara vez son enterradas en ataúd, por lo que no aparecerán restos de madera, y segundo, estarán en una postura desordenada, nada de brazos paralelos al cuerpo o cruzados en el pecho, habituales en los enterramientos en los cementerios.

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El análisis de la «escena del crimen» permite conocer detalles de la forma en que las víctimas fueron asesinadas y ayudan a su identificación. Aquí, la fosa de Santalla. / C. Sánchez
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Detalle de objetos encontrados en una exhumación en La Martina. / C. Sánchez

Otras evidencias que aparecen en las fosas de represaliados son las «pruebas» de existencia de violencia, tales como algún orificio en el cráneo o el hallazgo de algún proyectil o bala en la zona utilizando el detector de metales.

El siguiente paso es fijarse en ciertas partes del cuerpo que permiten determinar el sexo de la víctima y un rango de edad, para ver si coincide con la descripción de la víctima o víctimas que se buscan.

«El desgaste de la dentadura o la falta de piezas dentales o las suturas craneales nos pueden servir en un primer momento para saber si estamos ante un sujeto joven o mayor », explica el arqueólogo, que añade que son las apófisis mastoides y la protuberancia occipital del cráneo, junto con la escotadura ciática de la pelvis, los signos que permiten diferenciar entre hombre o mujer. «Es un primer estudio de campo para saber si podemos exhumar ese cuerpo», apostilla.

Los huesos hablan

El trabajo continúa ya en el laboratorio con la limpieza del esqueleto y de todas las pruebas halladas en la fosa para un análisis más profundo. La labor de los antropólogos forenses es decisivo en esta fase, ya que en sus manos está certificar la muerte y confirmar el estudio previo realizado por el equipo de la ARMH.

Ellos realizan un informe a fondo de cada hueso para concretar aún más el rango de edad, confirmar el sexo y determinar su altura. «Mediante la medición del fémur y unas fórmulas matemáticas se puede dar una estimación de altura», cuenta el arqueólogo, que es útil a la hora de identificar a víctimas que habían hecho el servicio militar y, por lo tanto, fueron «tallados».

A continuación tratan de buscar patologías o enfermedades y, por último, determinar la causa de la muerte. En ese aspecto, en los restos óseos se buscan evidencias de disparos con arma de fuego, lesiones por arma blanca o de golpes con un objeto contundente. «Las puñaladas dejan marca, un corte limpio en los huesos», explica Pacheco, que recuerda el caso de Antonio Fernández El Cesterín, que presentaba un orificio en el cráneo por bala y dos incisiones por arma blanca en la zona del cuello.

Las heridas en zonas blandas, que no afectan al hueso, se pueden identificar por la presencia de restos entomológicos, que son moscas que llegan al cadáver cuando muere y que aparecen en orificios (boca, nariz, orejas y oídos) y también dónde hubo heridas abiertas. Tomando como ejemplo las de las víctimas halladas en El Carmen, Pacheco explica que una de ellas presenta fracturas en el brazo, posiblemente de un «culatazo», y otra en la pierna, a cuyo lado se encontró un proyectil.

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Los huesos aportan mucha información en el trabajo de identificación de las víctimas. / C. Sánchez

«Encontramos dos proyectiles, en las costillas y la pierna, con un orificio en el cráneo y restos entomológicos en el abdomen y las piernas, que es prueba de que tenía heridas abiertas en esos lugares», precisa Pacheco. Junto al segundo cuerpo no apareció ningún tipo de evidencia balística, pero estaba en postura lateral nada común y no de cúbito supino, boca arriba, que es lo habitual.

ADN, último paso

Desde hace unos cinco años, las muestras de ADN de la ARMH se envían el equipo argentino de Antropología Forense, que las analiza de forma gratuita para ayudar a la asociación ante su falta de recursos económicos. «A día de hoy las víctimas exhumadas en España están siendo identificadas en Argentina y es un orgullo contar con el apoyo de uno de los equipos de antropología más importantes a nivel mundial », destaca René Pacheco.

En los primeros años de actividad de la ARMH no se hacían muchas pruebas, pero cada día es más común que los familiares las pidan. «Estimo que entre 20 y 30 casos, de los centenares de cuerpos que hemos exhumado», añade.

El futuro de los pueblos está en manos de las mujeres

Unas 44.500 féminas viven en el medio rural en el Bierzo y serán la clave para su supervivencia, con una «revolución silenciosa» que en los últimos años les ha hecho ganar visibilidad y peso económico.
V. Silván/ El Día de León
Fotos: César Sánchez

«La mujer es la clave para la supervivencia del medio rural», afirman diferentes estudios, que aseguran que es el «cimiento básico» de la estructura social mínima que requieren ciertas formas de vida y producción en los pueblos, indispensables para fijar de población y garantizar su futuro.

En la actualidad unas 44.500 mujeres viven en los pueblos del Bierzo, una comarca inminentemente rural que sigue perdiendo población año tras año. En este difícil contexto, la imagen de las mujeres rurales también ha experimentado una evolución. Durante décadas fueron totalmente «invisibles», dedicadas al trabajo en la agricultura y la ganadería, así como al cuidado de los hijos y los mayores, pero un trabajo nunca reconocido y nunca remunerado.

Su papel siempre fue secundario, a pesar de ser una figura central en el sostenimiento de la familia y de la economía rural, además de ser depositaria de una tradición y de un ‘saber hacer’ arraigado generación tras generación en los pueblos. Eso está cambiando, aunque queda mucho por hacer, y la mujer empieza a hacer frente a los distintos obstáculos que le han obligado a abandonar el medio rural en busca de su liberación y su independencia.

Unos obstáculos que pasan, principalmente, por las limitaciones laborales y las dificultades para emprender. Un papel que es reconocido cada 15 de octubre, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural. Y es que han ido ganando visibilidad y peso en las economías rurales del Bierzo. Cada vez son más las mujeres que emprenden en el medio rural, representando en torno al 54 por ciento en los municipios con menos de 5.000 habitantes -frente al 30 por ciento en el ámbito urbano-, y cada día es más frecuente ver nombres femeninos al frente de explotaciones agrarias y ganaderas como titulares.

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El reportaje El futuro de los pueblos está en manos de mujeres en El Día de León. Publicado el 9 de octubre de 2016.

«Más o menos el 30 por ciento de las explotaciones agrarias están dirigidas por mujeres, un porcentaje que se eleva en el caso de Galicia», señalan desde Amfar, que destacan que el reconocimiento de la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, de la que se cumplen cinco años, también ha contribuido a dar visibilidad a un trabajo que hasta entonces sólo era considerado como «apoyo familiar».

Tres mujeres, una comarca

El próximo 15 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, que reconoce la gran contribución que realizan estas mujeres al mantenimiento y desarrollo de los pueblos. Un reconocimiento a mujeres como Charo, Adela y Orquídea, que desde San Esteban del Toral (Bembibre), Santa Marina (Torre del Bierzo) y Otero de Naraguantes (Fabero) son ejemplo de muchas de las mujeres que habitan el medio rural de la comarca.

Con sus distintas experiencias vitales, las tres coinciden en reivindicar el papel de las mujeres en los pueblos y los pasos dados para ganar visibilidad. Adela, con sus 72 años, defiende al trabajo silencioso realizado por las mujeres de su generación. «Trabajábamos mucho, aunque no recibiéramos un salario por ello» afirma, destacando también a aquellas que después de hacer su jornada en la mina «iban a arar las huertas y atendían la casa y los hijos».

Una vivencia diferente a la de Charo u Orquídea, que han emprendido en el pueblo, una con sus casas rurales y su tienda ambulante y otra con su explotación ganadera. Charo destaca la «cooperación» que existe en los pueblos y en su «colmao» apuesta también por los pequeños productores de la zona. «Llevo judías rojas y ajo puerros de un agricultor de Bembibre, las lechugas de uno de Castropodame y los higos son de mi huerta», recalca.

Ambas destacan que vivir en el pueblo es un opción y que tiene muchas posibilidades. «Me encanta estar en el pueblo y disfrutar de los animales» asegura Orquídea, que reconoce que la mujer rural cada vez se incorpora más a actividades que contribuyen a la economía de los pueblos. «Antes jugaba un papel secundario, ahora puede llevar el peso del núcleo familiar», apostilla esta ganadera que desde 2005 tiene sus vacas en Otero de Naraguantes.

La presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar), Lola Merino, habla de una «revolución silenciosa» de las mujeres rurales. «Mujeres que a día de hoy lideran negocios, dirigen explotaciones agrarias y además son el pilar sobre el que se sostiene la familia», destaca Merino, que considera que son «valientes, apegadas al terruño y fuertes como la tierra que pisan». «Capaces de trabajar más de ocho horas diarias, dirigen hogares, cuidan mayores, hijos, nietos, enfermos y personas dependientes», ensalza.

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Charo Carpallo, con ‘El Colmao’, la tienda ambulante con la que recorre los pueblos del Bierzo Alto. / C. Sánchez

«Las mujeres están tomando el mando en la economía rural»Charo Carpallo

Con dos casas rurales en San Esteban del Toral, pueblo en el que vive, y Colinas del Campo, hace tres años Charo decidió convertir su furgoneta en una tienda ambulante, ‘El Colmao de Charín’, con el que recorre pueblos de Torre del Bierzo, Folgoso de la Ribera, Bembibre y Castropodame. Unas actividades que hoy en día son el sostén de la familia, después de que su marido, trabajador de Roel Hispánica, se viera afectado por el cierre de las explotaciones mineras y se quedara sin prestación tras sucesivos ERE.

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Adela Silván, en su huerta en Santa Marina de Torre. / C. Sánchez

«Hemos trabajado toda la vida, ahora se reconoce»Adela Silván

«Ahora se reconoce que las mujeres trabajan, pero las mujeres en los pueblos hemos trabajado toda la vida», afirma Adela, que con sus 72 años todavía cultiva sus huertas. Con sólo seis años ya iba con las vacas y con 16 se casó y formó su familia. Desde entonces, como tantas mujeres de su edad, su día a día estuvo entre las huertas y los animales -cerdos, conejos y gallinas-, entre la casa y cantina que atendió durante casi 25 años, entre criar a los hijos y cuidar de los abuelos. Una vida de trabajo no remunerado, al que ahora se quiere dar visibilidad y reconocimiento.

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Orquídea Zorrilla es titular de una explotación ganadera en Otero de Naraguantes. / C. Sánchez

«Tengo mis estudios, pero quiero esta vida en el pueblo»Orquídea Zorrilla

Orquídea llegó a España hace 35 años desde Brasil y no había imaginado su vida en un pueblo. Junto a su marido decidió dejar la ciudad e irse a vivir a Otero de Naraguantes (Fabero), donde es titular de una explotación ganadera desde 2005. «Mi día a día es la ganadería, las vacas y cebar a los terneros», asegura Orquídea, que explica que ella tiene su formación en Graduado Social y tres años de Derecho pero «quiero esta vida en el pueblo». «Es calidad de vida, me gusta la tranquilidad y me aporta mucha felicidad tener a mis vacas y a mis perros», añade.

A la conquista de América en 235 días

Tres bercianos cruzarán el continente con el proyecto documental ‘On the road’, cuyo capítulo piloto se graba entre agosto y septiembre en las montañas de Suiza.
V. Silván / El Día de León

Tres bercianos, Guillermo Torrente, Umberto Corral y Óscar Vega; un gallego, Javier Alonso; y tres franceses, Thomas Biére, Emmanuelle Rivalland y Erik Baudry, se embarcarán en un año en una aventura que les llevará a cruzar el continente americano, desde Prudhoe Bay (Alaska) hasta Ushuaia (Argentina), siguiendo la mítica ruta panamericana en el proyecto documental ‘On the road’. Leer más

Una ciudad romana bajo la tierra de Quintana

Las obras de concentración parcelaria sacan a la luz unos restos que podrían pertenecer a Interamnium Flavium.

Ovidio Molinero defiende desde hace décadas la «evidente» localización de esa antigua mansión en este pueblo.

V. Silván / El Día de León
Fotos: César Sánchez

La ubicación de la antigua ciudad romana de Interamnium Flavium, entre Bergidum (Cacabelos) y Astúrica (Astorga) sigue siendo una incógnita, entre las distintas tesis que a lo largo de los años la han localizado en diferentes puntos del Bierzo. Una incógnita que podría estar cerca de despejarse con un último hallazgo. Leer más